
Siempre nos hemos preguntado la causa de esas manchas marrones en la dentición de los habitantes de Turkana, y esa especie de corrosión que parece que ha mermado el tamaño de los dientes. En nuestras campañas de voluntariado, cuando preguntábamos, unos nos decían que era por unos frutos rojos que iban tiñendo la dentadura, otros nos decían que era el agua, pero no la causa real.
Después de realizar una pequeña investigación, hemos llegado a la conclusión de que la causa es el exceso de flúor en el agua, corroborado por unos ingenieros españoles que realizan trabajos para la obtención de este recurso en la región. El flúor es un elemento que en las dosis adecuadas cuida el esmalte y previene el desarrollo de caries, pero cuando los dientes están expuestos a un exceso de flúor, ya sea por un consumo alto de agua con alto grado de este elemento, ya sea por otros factores medioambientales, este causa problemas: es la fluorosis dental, que afecta gravemente a la dentición permanente, causando daños como los de la imagen.
Es en épocas tempranas cuando el flúor ataca el esmalte, dañándolo de manera irreversible. Por desgracia, los habitantes de Turkana están muy expuestos a la ingesta de agua con flúor, ya que no hay depuradoras ni infraestructura necesaria para educar en el consumo, ya que es de la única agua de la que dispone la población.
Además, la fluorosis también produce dolencias estomacales que pueden paliarse con una buena dieta, algo a lo que la mayoría de la población no tiene acceso.
Este problema se plantea en muchas zonas del mundo y sobre todo es porque el agua se extrae de vetas subterráneas. El flúor es un contaminante geológico. Una delegación del CSIC en colaboración con la Universidad de Adis Abeba, en Etiopía, han desarrollado con éxito un método de depuración a base de zeolitas, de manera fácil y barata. En todo el Valle del Rift, al cual pertenece Turkana, existe este problema. Pero harían falta estudios en Turkana, sobre todo de la presencia de zeolita, para poder crear depuradoras :
En el último pozo excavado en el Centro St. Patrick’s de Lokitaung, donde se va a desarrollar el proyecto de Seeds for Future, la buena noticia es que el agua encontrada tiene muy poco nivel de flúor. Realmente una muy buena noticia, también para el riego de las futuras huertas, no sólo para el consumo. Pero este estudio del CSIC lo tenemos en mente para futuros proyectos de mejora de la salud en Turkana.